Lunes día 7.
Comienzan las catequesis en todas las etapas de Iniciación Cristiana. El lunes las catequesis don de 18-19h, el martes el mismo horario y el sábado de 11 a 12 h. Las fichas de inscrispción de los niños están en secretaría.
Sábado día 12 VIRGEN DEL PILAR.
Fiesta nacional. No de precepto. Las misas este día se celebrarán a las 10h, 12h, y 20h.
Viernes 18. ASAMBLEA PARROQUIAL.
Este viernes se reunen en los salones de la parroquia todos los agentes de pastoral y colaboradores. Esta reunión tiene un doble sentido: evaluar y programar las mejoras que se vean oportunas. Queremos que nuestra parroquia mantenga la participación de los fieles en la toma de decisiones y en las propuestas de mejora. Partimos de un documento que recoge 50 buenas prácticas de otras parroquias. Si estás interesado en participar no tienes más que aceptar la invitación, viernes 18, de 19-21h, terminaremos con una cena de compartir.
La parroquia del beato Manuel está situada en Majadahonda y pertenece a la Vicaría VII de la Diócesis de Madrid. Está dirigida por sacerdotes pertenecientes a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos desde su erección.
Tenemos a tu disposición la Iglesia mayor y una capilla que utilizamos generalmente a diario, salas de reuniones, salón de actos y varios despachos donde poder atenderte y escucharte.
Esta parroquia nace por la confluencia de personas vinculadas a cursillos de cristiandad provenientes del centro de Madrid (Parque móvil) y de la agrupación de familias de las urbanizaciones nacientes del entorno en el oratorio-capilla de la Residencia San Cristóbal, primer titular de la parroquia.
Cuando D. Manuel Domingo y Sol fundador de la Hermandad es beatificado el 29 de marzo de 1987 por San Juan Pablo II se considera el cambio de titular y hasta hoy. Si tienes curiosidad acércate y nos conocemos.
Si vives en los alrededores ésta es tu parroquia!!! Ojalá que te sientas como en tu casa.
Oficina de Información del Arzobispo:
Con el título Abriéndonos a un nuevo comienzo, el arzobispo de Madrid, monseñor José Cobo, se dirige por primera vez a los fieles de la diócesis para establecer las líneas programáticas. «No se trata de definir acciones ni tareas concretas -expresa-, sino que nos planteemos actitudes del corazón» que, con el tiempo, han de servir para establecer los planes específicos a lo largo del pontificado.
En la carta de presentación, subraya que en el documento pretende destacar algunas «pistas para la oración y para favorecer el diálogo»; «guías», dice, que pongan a la Iglesia que camina en Madrid a la escucha de lo que pide el Espíritu.
Los nuevos comienzos son una de las ideas más repetidas por el arzobispo en su mensaje, «un comienzo que se apoya en comienzos que otros han sembrado antes». El primer objetivo que propone el documento es la «escucha de la Palabra de Dios», para lo cual toma las lecturas que se leyeron en la Misa de inicio de su ministerio pastoral, el pasado 8 de julio, y que sirvieron, durante la homilía, para presentar algunas de las líneas pastorales que monseñor Cobo ha mostrado interés en desarrollar en los próximos años. «Espero que puedan servir para iluminar este nuevo arranque en la vida diocesana». «Propongo dejar que suenen estos textos para que los podáis orar y compartir juntos en comunidad», pedía, al tiempo que invitaba a leerlos en clave diocesana.
Cobo establece cuatro ejes pastorales que servirán para esta «nueva etapa». El primero, «ahondar en la vocación bautismal», profundizando en las llamadas de Dios a todos los cristianos, «especialmente la laical», una llamada a «redescubrir la vocación a la que hemos sido convocados».
La segunda línea es «potenciar la vida y dinamismo de las parroquias y comunidades cristianas», poniendo especial ímpetu en las «más débiles» y acentuando el sentimiento de diócesis: «nuestro puesto es ser testigos de la voz de Cristo. No ser fragmentarios, sino comunitarios». Para ello, el arzobispo anima a vivir en sintonía con el proceso sinodal que comienza el próximo 4 de octubre. «Caminar en diocesaneidad es abrirnos a la docilidad de que sea el Espíritu quien armonice nuestra diversidad», apunta, al tiempo que hace un llamamiento: «reavivemos nuestra conciencia diocesana, inserta en la vida de la Iglesia universal».
La tercera línea o eje pastoral es «ahondar en la escucha de la Palabra de Dios», para reconocer el paso de Dios en nuestra sociedad y poder señalarlo. «Necesitamos «notarios» de la presencia de Cristo», dice el arzobispo, y añade que el objetivo no puede ser presumir de datos, números, etc., sino «entregarnos con toda pasión al anuncio de la alegría del Evangelio».
La cuarta y última línea que propone es mirar a la sociedad «como misión a la que Dios nos convoca desde la misericordia». Por eso, incide, hay que seguir trabajando por el bien común, creando alianzas y huyendo de la polarización. «Nuestra Iglesia quiere mirar a nuestra sociedad madrileña».
«Como obispo que también comienza una nueva etapa -concluye- quiero incorporar mi voz a la de toda la Iglesia portando esta responsabilidad como servicio al Pueblo de Dios». Y pide a los madrileños que este momento sea «conscientemente apoyado entre unos y otros».
Manuel Domingo y Sol nació en Tortosa (Tarragona – España) el 1 de abril de 1836. Durante sus primeros 13 años de sacerdote desarrolló su ministerio volcado en mil tareas: fue misionero diocesano, párroco, profesor del Instituto de Tortosa y confesor de religiosas; incluso hizo construir tres conventos de clausura. Se dedicó sobre todo a los jóvenes.
Mosén Sol es conocedor de la situación de pobreza de algunos seminaristas en un encuentro providencial con uno de ellos, el joven Valero. D. Manuel consiguió dar solución a la situación de este joven y otros y siguió trabajando hasta dar con una respuesta definitiva al problema de los seminaristas sin recursos, los Colegios de Vocaciones de San José, él decía: “la formación del Clero es lo que podríamos decir la llave de la cosecha en todos los campos de la gloria de Dios”.
Posteriormente Mosén Sol funda la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Fue capaz de hacer todo esto gracias a su profunda espiritualidad fundada en la Reparación al Corazón de Jesús en la Eucaristía.
Celebró su última misa el 18 de Enero de 1909 y murió poco tiempo después, el día 25. Dejó a los 75 operarios que componían la Hermandad: 10 colegios de vocaciones, 17 seminarios, 2 templos de Reparación y el Colegio Español de Roma.
Después de tantos años, esta pasión pastoral por la Eucaristía, los jóvenes y la vocación sigue viva. Aquí tienes los aspectos que nos identifican como parroquia y que determinan nuestras opciones pastorales. Ya sabes, damos una especial relevancia a la vivencia de la Eucaristía, como centro y culmen de la vida cristiana. Favorecemos el acompañamiento vocacional de las personas para que sean capaces de responder a su propia vocación, y todo ello vivido en el seno de una gran comunidad, maestra de fraternidad.
« El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo » (Jn 6,51). Con estas palabras el Señor revela el verdadero sentido del don de su propia vida por todos los hombres y nos muestran también la íntima compasión que Él tiene por cada persona. Sabemos que cada celebración eucarística actualiza sacramentalmente el don de su propia vida que Jesús hizo en la Cruz por nosotros y por el mundo entero. Al mismo tiempo, en la Eucaristía Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana. En cada Eucaristía aprendemos a mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo ».
La Eucaristía hace la Iglesia y nos impulsa a la realización de nuestra propia vocación colaborando en la misión evangelizadora de la Iglesia.
"Las vocaciones eclesiales son una manifestación de la inconmensurable riqueza de Cristo (cfr. Ef 3, 8) y, por tanto, deben ser valoradas y cultivadas con toda solicitud pastoral, para que puedan florecer y madurar". ¡Qué hermoso poder acompañar estos procesos de crecimiento que siempre tienen como destino los hermanos y en definitiva, la extensión del Reino de Dios.
La vocación se manifiesta en diversas circunstancias, en relación con las distintas fases de la vida humana: la adolescencia, la edad adulta y, como se aprecia en la larga experiencia de la Iglesia, también en la infancia. La misión de la Iglesia consiste en «cuidar el nacimiento, el discernimiento y el acompañamiento de las vocaciones, en especial de las vocaciones al sacerdocio».
La falta de fraternidad afecta "el corazón endurecido por una anestesia espiritual" que deja al hombre "ciego" ante el sufrimiento de los demás; la riqueza material y la saciedad es la que impide muchas veces al hombre mirar de manera amorosa al hermano.
Hoy somos muy sensibles al bien físico y material de los demás, pero callamos "por completo" sobre la responsabilidad espiritual para con los hermanos, al contrario que en la iglesia de los primeros tiempos cuando se interesaban además de por la salud, por el alma de prójimo.
"Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras". "Fijarse", significa "estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos".
Desde estas opciones pastorales, sabemos que una parroquia debe estar abierta a la realidad social que la rodea, en nuestra parroquia acogemos cada necesidad e intentamos ofrecer un acompañamiento adecuado a cada edad, cada caso y cada situación. Te presentamos estos servicios a la comunidad. Descubre los links pinchando sobre las imágenes.
RECUERDA QUE PUEDES CONSULTAR LOS HORARIOS DE TODAS LAS CELEBRACIONES Y ACTIVIDADES EN EL MENU PRINCIPAL
La parroquia prepara en las reuniones de catequesis a pequeños y jóvenes para vivir esta primera etapa de todo cristiano: la iniciación. Te ofrecemos catequesis para cada edad: la iniciación cristiana y primera comunión. Preparación para la confirmación y acompañamiento vocacional en grupos de fe juveniles.
Una experiencia de crecimiento en la fe en grupo y entre iguales.
Todo el proceso tiene momentos celebrativos en los que los más pequeños van experimentando su propio crecimiento en la fe junto a vosotros la familia.
El acompañamiento de los jóvenes para que puedan integrarse en su comunidad y sus ambientes de un modo creativo y evangelizador es una de nuestras grandes apuestas. En la parroquia hay grupos de encuentro y crecimiento juveniles. La parroquia es un espacio donde el joven socializa, se forma y mejora sus recursos y capacidades, así como su experiencia de fe y oración. Estas experiencias facilitan su maduración y el discernimiento de la propia vocación. Trabajamos en colaboración con la Delegación diocesana de Juventud, y la Delegación de Pastoral de la Hermandad.
El acompañamiento familiar en todas las etapas de su desarrollo es otra de las prioridades pastorales de esta parroquia. Actualmente hay 3 grupos de matrimonios que están haciendo juntos un camino de maduración en el que comparten aprendizaje y experiencias.
En estos grupos se comparte amistad, la fe y su visión de cómo situarse como padres cristianos en esta sociedad en ocasiones árida en lo referido a la interioridad o directamente contraria a el Evangelio.
La parroquia ofrece también una propuesta a nuestros mayores, esas personas de más edad que siguen siendo caudal de sabiduría y maestría.
En la parroquia estamos consolidando un grupo de vida ascendente en el que pueden compartir toda esa experiencia vital tan necesaria para todos.
Este grupo de atención al mayor se complementa con la asistencia religiosa a una residencia de mayores del entorno en la que colaboran un grupo de voluntarias.
La enfermedad forma parte de nuestras vidas, desde la parroquia ofrecemos un acompañamiento a enfermos y familiares que se encuentran en esta situación en ocasiones agravada por la dependencia. Oramos por sus necesidades, cuando nos lo solicitan nos acercamos a los domicilios para llevar la comunión y compartir un rato de oración. Celebramos la Pascua del enfermo, y atendemos las necesidades que nos plantean en esas circunstancias los que las están sufriendo.
Esta comunidad parroquial está especialmente sensibilizada con la realidad social de vulnerabilidad. A través del grupo parroquial de Cáritas, en colaboración con Cáritas diocesana un grupo de voluntarias van dando respuesta a las necesidades de acogida, de desarrollo laboral y de satisfacción de necesidades básicas como: apoyo, orientación, ropa, alimentación y sustento.
En la parroquia se reúne un foro de reflexión sobre la Doctrina Social de la Iglesia en la empresa, foro ASE.
Cuidamos de un modo especial todo lo relativo a la celebración litúrgica de los sacramentos y la oración pública de la Iglesia.
Un grupo de voluntarias preparan con esmero y eficacia estos encuentros de la comunidad que ora y celebra. Merece mención especial el CORO PARROQUIAL, un grupo fantástico de músicos y vocalistas que nos regalan su arte cada domingo. También animan las celebraciones un coro juvenil que está naciendo, organistas etc.
La formación continua de los fieles es otra de las obligaciones de la Iglesia, también de esta parroquia.
A lo largo del año se programan charlas, encuentros de un día o de varios en torno a un tema de interés.
Facilitar la formación, especialmente a los más jóvenes, también teológica, es la mejor forma de sembrar la fe y de consolidar la propia comunidad entorno a estas reflexiones y conocimientos que han nutrido a la Iglesia a lo largo de la historia.
La fraternidad no se improvisa, queremos que nuestra comunidad parroquial se distinga por la capacidad de acogida y cercanía de todos sus miembros. Coincidiendo con los momentos celebrativos más significativos del año la comunidad parroquial se reúne para celebrar, compartir y disfrutar de la compañía en un ambiente de auténtica fraternidad y comunión.
No olvidamos el estudio de la biblia. Tenemos programados ciclos anuales de estudio de los libros bíblicos. Fomentamos la experiencia de "lectura orada" de la Palabra de Dios, la Lectio divina y otros medios de encuentro con el Evangelio. Damos mucha importancia a las celebraciones dominicales. Las devociones en nuestra parroquia están siempre referidas a la P. de Dios.
La capilla de diario es un espacio de oración, especialmente dedicado a los jóvenes en medio de la ciudad. Abrimos las puertas de la capilla a las 8:30h de la mañana y permanece abierta hasta las 21h de la noche. Nos importa mucho que puedas encontrar un espacio sencillo y acogedor como éste para tu encuentro diario con el Señor, por eso lo podemos a tu disposición.
Nuestra parroquia pertenece a la diócesis de Madrid, a la Vicaría VII, y al arciprestazgo de San Miguel-las Rozas. En Majadahonda somos 5 las parroquias que atendemos a la población de esta zona. Estamos conectados con todas las campañas y actividades propuestas por la Diócesis al servicio de las necesidades de todos vosotros como parte de nuestra Diócesis.
Si quieres saber más sobre nosotros pincha aquí
Parroquia Beato Manuel Domingo y Sol. © Derechos de autor. Todos los derechos reservados. 01/06/2020
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